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El sonido que usan los seres humanos para designarme, es el de Juan Ramos. Desde que nací hasta hoy he dado ya cuarenta y tantas vueltas a ...

jueves, 15 de febrero de 2018

La naturaleza del Sí mismo.


Ramana Maharshi, (1879 - 1950), fue un importante maestro espiritual y uno de los religiosos hinduístas más conocidos del siglo XX. Pertenecía a la doctrina vedanta advaita y dejo un maravilloso legado sobre la ciencia del despertar. Si tenéis la oportunidad de leer algunas de sus obras son 100% recomendables.

Aquí os dejo un profundísimo dialogo extraído del libro "Sea lo que usted es"

Conversaciones con Sri Ramana Maharshi

Ramana Maharshi


Pregunta: ¿Qué es la realidad?

Respuesta: La realidad debe ser siempre real. No es con formas ni nombres. Eso que subyace a las formas y los nombres es la realidad. Subyace a las limitaciones, siendo ella misma ilimitada. No está confinada. Subyace a las irrealidades, siendo ella misma real. La realidad es eso que es. Es como es. Trasciende el lenguaje. Está más allá de las expresiones "existencia, no existencia", etc.

Sólo la realidad que es la mera consciencia que queda cuando se destruye la ignorancia junto con el conocimiento de los objetos, es el Sí mismo. En esa forma real del Ser, el cual es abundante presencia de Sí mismo, no hay la más mínima ignorancia.

La realidad que brilla plenamente, sin miseria y sin cuerpo, no solamente cuando el mundo es conocido sino también cuando el mundo no es conocido, es su forma real.

El esplendor de la consciencia-felicidad, en la forma de una única presencia consciencial que brilla igualmente dentro y fuera, es la realidad primal suprema y bienaventurada. Su forma es silencio y los sabios declaran que es el estado final e inosbstructible del verdadero conocimiento.

Sepa que sólo lo que es más allá de la mente es no-apego, es pureza, es la obtención de Dios. Desprovisto de olvido del Sí mismo, es inmortalidad y lo es todo.

P: ¿Qué es esta presencia consciencial y cómo puede obtenerse y cultivarse?

R: Usted es presencia consciencial. Presencia consciencial es otro nombre para usted. Puesto que usted es presencia consciencial no hay ninguna necesidad de obtenerla o cultivarla. Todo lo que usted tiene que hacer es desestimar ser consciente de las demás cosas, es decir del no-Sí mismo. Si se desestima ser consciente de ellas entonces sólo queda la pura presencia consciencial, y eso es el Sí mismo.

P: Si el Sí mismo es presencia consciencial, ¿por qué no soy consciente de ello ahora?

R: No hay ninguna dualidad. Su conocimiento presente se debe al ego y es sólo relativo. El conocimiento relativo requiere un sujeto y un objeto, mientras que la presencia consciencial del Sí mismo es absoluta y no requiere ningún objeto.

El recuerdo también es similarmente relativo, requiere un objeto que recordar y un sujeto que recuerde. Cuando no hay ninguna dualidad, ¿quién va a recordar a quién?

El Sí mismo está siempre presente. Cada uno quiere conocer al Sí mismo. ¿Qué tipo de ayuda se requiere para conocerse a uno mismo? Las gentes quieren ver el Sí mismo como algo nuevo. Pero es eterno y permanece el mismo siempre. Desean verle como una luz deslumbradora, etc. ¿Cómo puede ello ser así? No es luz, no es obscuridad. Es solamente como es. No puede ser definido. La mejor definición es "Yo soy lo que yo soy". Las escrituras hablan del Sí mismo como del tamaño de un pulgar, como la punta de un cabello, como una chispa eléctrica, vasto, más sutil que lo más sutil, etc. No tienen ningún fundamento de hecho. Es solamente ser, pero diferente de lo real y lo irreal; es conocimiento, pero diferente del conocimiento y la ignorancia. ¿Cómo puede ser definido en absoluto? Es simplemente ser.

P: Cuando un hombre realiza el Sí mismo, ¿qué ve?

R: No hay ningún ver. Ver es ser. El estado de realización de Sí mismo, como nosotros lo llamamos, no es obtener algo nuevo o alcanzar alguna meta remota, sino simplemente ser eso que usted siempre es y que usted siempre ha sido. Todo lo que se necesita es que usted abandone su aceptación de lo no-verdadero como verdadero. Todos ustedes están considerando como real lo que no es real. Nosotros sólo tenemos que abandonar esta práctica por nuestra parte. Entonces realizaremos el Sí mismo como el Sí mismo; en otras palabras, "Sea el Sí mismo". En una cierta etapa usted se reirá de usted mismo por intentar descubrir el Sí mismo, el cual es tan auto-evidente. Así pues, ¿qué podemos decir a esta pregunta?

Esa etapa trasciende al veedor y lo visto. No hay ningún veedor ahí para ver nada. El veedor que está viendo todo esto cesa ahora de existir y sólo queda el Sí mismo.

P: ¿Cómo conocer esto por experiencia directa?

R: Si hablamos de conocer el Sí mismo, debe haber dos sí mismos, uno un sí mismo que conoce, otro el sí mismo que es conocido, y el proceso de conocer. El estado que llamamos realización es simplemente ser uno mismo, no conocer algo o llegar a ser algo. Si uno ha realizado, uno es sólo eso que es y sólo eso que ha sido siempre. No se puede describir ese estado. Eso solamente se puede ser. Por supuesto, nosotros hablamos resueltamente de la realización del Sí mismo, a falta de un término mejor. ¿Cómo "real-izar" o hacer real eso que es lo único real?

P: Usted a veces dice que el Sí mismo es silencio. ¿Por qué es esto?

R: Para aquellos que viven en el Sí mismo como la belleza desprovista de pensamiento, no hay nada que deba pensarse. Eso a lo cual debe adherirse es solamente la experiencia del silencio, debido a que en ese estado supremo no existe nada que alcanzar otro que uno mismo.

P: ¿Qué es el silencio que esta mas allá de la mente?

R: Ese estado que trasciende el lenguaje y el pensamiento es ese silencio. El supremo silencio, ¿Cómo puede explicarse en palabras?

Los Sabios dicen que sólo el estado en el cual no surge ni rastro del pensamiento "Yo" [el ego] es el Sí mismo, el cual es silencio. Sólo ese Sí mismo silente es Dios; sólo el Sí mismo es el alma individual. Sólo el Sí mismo es este antiguo mundo.

Todos los demás conocimientos son solamente conocimientos pequeños y triviales; sólo la experiencia del silencio es el conocimiento real y perfecto. Sepa que la multitud de las diferencias objetivas no son reales sino meras sobreimposiciones sobre el Sí mismo, el cual es la forma del verdadero conocimiento.

P: Como los cuerpos y los sí mismos que los animan se observa por todas partes que de hecho son innumerables, ¿cómo puede decirse que el Sí mismo es solamente uno?

R: Si se acepta la idea "Yo soy el cuerpo", los sí mismos son múltiples. El estado en el cual se desvanece esta idea es el Sí mismo, puesto que en ese estado no hay ningún otro objeto. Es por esta razón por lo que el Sí mismo se considera como uno solo.

Puesto que el cuerpo mismo no existe en la mirada natural del Sí mismo, sino solamente en la mirada extrovertida de la mente la cual está engañada por el poder de la ilusión, llamar al Sí mismo, al espacio de la consciencia, dehi [el poseedor del cuerpo] es erróneo.

El mundo no existe sin el cuerpo, el cuerpo nunca existe sin la mente, la mente nunca existe sin la consciencia y la consciencia nunca existe sin la realidad.

Para el sabio que ha conocido el Sí mismo escrutando dentro de sí mismo, no hay nada más que conocer que el Sí mismo. ¿Por qué? Porque debido a que el ego, el cual identifica la forma de un cuerpo como "Yo", ha perecido, él [el sabio] es la existencia-consciencia sin forma.

El el que ha realizado el Sí mismo sabe que él es el Sí mismo y que nada, ni su cuerpo ni ninguna otra cosa, existen excepto el Sí mismo. Para un tal, ¿qué diferencia podría constituir la presencia o la ausencia de un cuerpo?

Es falso hablar de real-ización. ¿Qué hay que real-izar? Lo real es como es siempre. Nosotros no estamos creando nada nuevo u obteniendo algo que no tuviéramos antes. La ilustración dada en los libros es ésta. Nosotros cavamos un pozo y creamos un enorme hoyo. El espacio en el hoyo o pozo no ha sido creado por nosotros. Nosotros sólo hemos quitado la tierra que estaba llenando el espacio allí. El espacio estaba allí entonces y está también allí ahora. Similarmente, nosotros simplemente tenemos que arrojar todos las tendencias innatas añejos que están dentro de nosotros. Cuando todos ellos hayan sido abandonados, sólo brillará el Sí mismo.

P: ¿Pero cómo hacer esto y obtener la liberación?

R: La liberación es nuestra naturaleza misma. Nosotros somos eso. El hecho mismo de que deseemos la liberación muestra que la libertad de toda esclavitud es nuestra naturaleza real. No tiene que adquirirse como algo nuevo. Todo lo que se necesita es deshacerse de la falsa noción de que somos limitados. Cuando logramos eso, no hay ningún deseo o pensamiento de ninguna especie. Mientras uno desea la liberación, mientras usted quiere atraparla, uno está en la esclavitud.

P: Para el que ha realizado su Sí mismo, se dice que no tendrá los tres estados de vigilia, sueño con sueños y sueño profundo. ¿Es eso un hecho?

R: ¿Qué le hace a usted decir que ellos no tienen los tres estados? Cuando usted dice "he tenido un sueño; dormí profundamente; estoy despierto", usted debe admitir que usted ha estado presente en los tres estados. Eso deja totalmente claro que usted ha estado presente todo el tiempo. Si usted permanece como usted está ahora, usted está en el estado de vigilia; éste deviene oculto en el estado de sueño con sueños; y el estado de sueño con sueños desaparece cuando usted está en el sueño profundo. Usted ha estado presente entonces, usted está presente ahora, y usted está presente en todos los tiempos. Los tres estados vienen y van, pero usted está siempre presente. Es como un cine. La pantalla está siempre presente pero la multitud de los tipos de imágenes aparecen sobre la pantalla y después desaparecen. Nada se pega a la pantalla, ella sigue siendo una pantalla. Similarmente, usted sigue siendo su propio Sí mismo en los tres estados. Si usted conoce eso, los tres estados no le perturbarán, lo mismo que las imágenes que aparecen sobre la pantalla no se pegan a ella. Sobre la pantalla, usted a veces ve un imponente océano con enormes olas sin fin; después desaparece. En otra ocasión, usted ve un fuego devastador creciendo todo alrededor; después también desaparece. La pantalla está presente en ambas ocasiones. ¿Se ha mojado la pantalla con el agua o se ha quemado con el fuego? Nada ha afectado a la pantalla. De la misma manera, las cosas que acontecen durante los estados de vigilia, sueño con sueños y de sueño profundo no le afectan a usted en absoluto; usted permanece su propio Sí mismo.

P: ¿Significa eso que, aunque las gentes tienen los tres estados, vigilia, sueño con sueños y sueño profundo, éstos no les afectan?

R: Sí, así es. Estos estados vienen y van. El Sí mismo no es tocado; tiene solamente un único estado.

P: ¿Significa eso que una tal persona estará en este mundo meramente como un testigo?

R: Así es; para esta misma cosa. El sabio Vidyaranya, en el décimo capítulo del Panchadasi, da como ejemplo la luz que ilumina el escenario de un teatro. Cuando se está representando el drama, la luz está presente, la cual ilumina, sin ninguna distinción, a todos los actores, bien sean reyes o siervos o danzarines, y también a toda la audiencia. Esa luz está presente antes de que comience el drama, durante la representación y también después de que la representación ha terminado. Similarmente, la luz de dentro, es decir, el Sí mismo, da luz al ego, al intelecto, a la memoria y a la mente sin estar él mismo sujeto al proceso del crecimiento y del declive. Aunque durante el sueño profundo y en otros estados no hay ninguna sensación del ego, ese Sí mismo permanece sin atributos, y continúa brillando por sí mismo.

En realidad, la idea de que el Sí mismo está siendo el testigo, está solamente en la mente; no es la verdad absoluta del Sí mismo. Presenciar es relativo a los objetos presenciados. Tanto el testigo como su objeto son creaciones mentales.

P: ¿Cómo son los tres estados de consciencia ? ¿Cuál es la relación actual entre estos tres estados ?

R: Hay solamente un único estado, el de consciencia o presencia consciencial o existencia. Los tres estados de vigilia, de sueño y de sueño profundo no pueden ser reales. Simplemente vienen y van. Lo real existirá siempre. Sólo el "Yo" o existencia que persiste en los tres estados es real. Los otros tres no son reales y así no es posible decir que tengan tal o cual grado de realidad. Podemos ponerlo más o menos así. La existencia o consciencia es la única realidad. La consciencia más la vigilia, lo llamamos vigilia. La consciencia más el sueño profundo lo llamamos sueño profundo. La consciencia más el sueño con sueños, los llamamos sueño con sueños. La consciencia es la pantalla sobre la cual todas las imágenes vienen y van. La pantalla es real, las imágenes son meras sombras sobre ella. Debido a que por causa de un largo hábito nosotros hemos estado considerando estos tres estados como reales.

No hay ninguna diferencia entre el estado de sueño con sueños y el estado de vigilia, excepto que el sueño es corto y la vigilia larga. Ambos son el resultado de la mente. Debido a que el estado de vigilia es largo, nosotros imaginamos que es nuestro estado real. Pero, indiscutiblemente, nuestro estado real es la presencia, estado el cual es siempre como es y no sabe nada de los tres estados de vigilia, sueño o sueño profundo.

P: ¿Pero por qué estos tres estados deben venir e ir sobre el estado real o la pantalla del Sí mismo?

R: ¿Quién hace esta pregunta? ¿Dice el Sí mismo que estos estados vienen y van? Es el veedor quien dice que estos estados vienen y van. El veedor y lo visto juntos constituyen la mente. Vea si hay una cosa tal como la mente. Entonces, la mente se sumerge en el Sí mismo, y no hay ni el veedor ni lo visto. Así pues, la respuesta real a su pregunta es, "Ellos no vienen ni van". Sólo el Sí mismo permanece lo que siempre es. Los tres estados deben su existencia a la no-indagación y la indagación les pone fin. Por mucho que se explique, el hecho no se aclara hasta que uno alcanza la realización de Sí mismo y se pregunta cómo estuvo tan ciego durante tanto tiempo a la existencia única y auto-evidente.

P: ¿Cuál es la diferencia entre la mente y el Sí mismo?

R: No hay ninguna diferencia. La mente vuelta hacia adentro es el Sí mismo; vuelta hacia afuera, deviene el ego y la totalidad del mundo. El algodón convertido en diferentes vestidos nosotros lo llamamos por diferentes nombres. El oro convertido en diferentes ornamentos, los llamamos por diferentes nombres. Pero todos los vestidos son algodón y todos los ornamentos oro. El uno es real, los muchos son meros nombres y formas. Pero la mente no existe aparte del Sí mismo, es decir, no tiene ninguna existencia independiente. El Sí mismo existe sin la mente, la mente jamás sin el Sí mismo.                                         

domingo, 11 de febrero de 2018

La mente y la cebolla.

Al comienzo de mi andadura, hace más de 20 años, miraba con otros ojos, todo eran expectativas, estaba lleno de creencias, ideas y futuro. En realidad no entendía bien, que significaba de verdad lo de desidentificarme del "Yo". Lo que hacia sin darme cuenta, era únicamente cambiar unas creencias por otras, que por supuesto para mi eran mejores, pero en definitiva solo cambiaba el disfraz.
Tuvieron que pasar años hasta que me diera cuenta.

Me hace gracia, al ver anuncios de cursos o talleres sobre meditación, y como se especula sobremanera pretendiéndose vender como un método eficaz contra el estrés, o que proporciona calma mental, relajación, más energía o paz interior, etc. Y si es verdad, no digo que no dé eso, pero no sirve para eso. Después de más de 20 años de cursos, talleres, viajes y retiros he recabado datos empíricos y tengo hasta estadística.

Pocas son las personas que habiendose iniciado en un taller, curso o charla acaben adentrándose en profundidad en la práctica, sin embargo, es algo diferente para aquellos que lo hacen a través de retiros largos.

La mente, metaforicamente, tiene capas como una cebolla. Las más externas son las mas duras y densas, las más tediosas y donde hay más identificaciòn. Realmente son las más dificiles de perforar.
El camino de la meditación, pretende realizar un viaje desde las partes mas superficiales de la mente hacia el mismísimo  núcleo fundamental de nuestra consciencia.

Las primeras capas de la mente, se perforan corrigiendo una y otra vez la atención, o percibiendo algunos espacios del vacío consciente que hay entre pensamiento y pensamiento, o siendo conscientes  de pequeños instantes del presente puro.
Pero, lo que he podido ver en mi mismo y en otros practicantes, es que lo que se libera en esas primeras capas no son precisamente nuestras partes más nobles y universales sino que suelen ser las más egoicas, las más densas y traumáticas.
Y he aquí, que lo de la paz y calma mental pega un patinazo gordo. Puede que al sentarnos a meditar nos relajemos algo, y nos parezca que eso es la paz del espíritu, pero de verdad que no lo es.
Cuantas veces, los que no vivimos  aislados, después de meditar, al minuto, pasa cualquier cosa que te afecte un poco, y se acabó la paz de espíritu!!!
Cuando la meditación empiece hacer efecto, pretenderá hacer cambios en nuestra vida, y eso, traerá movidas casi seguro con nuestro alrededor más próximo.
Es por eso, que si lo que se busca es la calma mental, a veces puede ser mejor un spá, un café con un amigo, dejar a los hijos con alguien un día, o un buen baño caliente o unas vacaciones.

La meditación es otra cosa.
El ser, se encuentra tapado debajo de capas y capas de creencias, miedos, deseos, traumas y no solo de un personaje, sino de muchos personajes, pues hemos usado varios para las distintas facetas de nuestra vida.

No es posible conocerse a uno mismo sin ir disolviendo los distintos patrones mentales que nos ciegan. Esos patrones, muchos de ellos, están tan incrustados que deshacernos de ellos es algo extraño, y puede producir dolor, ansiedad, miedo, inseguridad o cualquiera de nuestros estados anímicos de escape .
Imaginaos que tenemos que lavar un horno que lleva toda la vida usándose, y no se ha lavado nunca. ¿Creeis que desincrustar lo más sucio y pegado va a ser una buena experiencia?
¿No verdad?, Pues lo mismo sucede con la mente.

La mente no es algo fácil, y mirando el egoismo y crueldad de nuestras sociedades se ve.
La aventura que propone la meditación, es una empresa exijente, y no exenta de riesgos para el ego. Y  por lo que respecta al ego, darle continuidad a la práctica, no está en sus planes.
En realidad hay un abismo infinito en nuestro interior, y esto hace que sea un camino que  pocos se atrevan a recorrer hasta el final, pues el ego, va a intentar sabotear todo intento de disolver su único soporte, el "Yo".
Es muy importante saber, que nosotros no hacemos nada para que la mente se purifique, lo hace sola. Nosotros solo debemos poner los medios, y en este caso, es sentándonos a meditar.
De igual forma que nosotros cuando queremos curarnos, no hacemos nada, ya que la fiebre, el metabolismo y todo el sistema opera por si solo, nosotros personalmente solo podemos mediar facilitando el proceso, y poco más.
Con la meditación sucede igual, nosotros como "Yo" no debemos hacer nada, absolutamente nada. La mente es como una serpiente anudada, a la que nuestro "Yo" sujeta la cabeza y la cola. Cuando el Yo la suelta la serpiente por si misma se desanuda ella sola, sin ningún tipo de ayuda.

Hemos construido tantos mundos imaginarios alrededor de la verdad, que estos no se disuelven con unas cuantas sesiones de meditación, ni mucho menos.
La meditación es un proyecto a largo plazo, y hay quienes como por ejemplo Yo mismo, simplemente lo vive como algo vitalicio, como el ducharse, que ni se piensa que mientras haya vida se deja de hacer.

Después de algunos años de meditación, es cuando te das cuenta de como has cambiado, y encima sin darte cuenta. Como cuando eres niño y creces, no te das cuenta hasta que ves las fotos!!
La mente es como un vaso de agua sucia, a la que añadimos una gota de agua limpia cada vez que meditamos, y como es lógico, ha de pasar un buen tiempo hasta que el agua empiece a volverse clara. Igualmente, si añadimos una gota limpia, pero nos pasamos 16 horas neuróticos, tampoco iremos muy lejos.
En realidad no funciona muy bien si solo se le hace un pequeño sitio en nuestra agitada vida a la meditación, como si fuera un accesorio más. Es al revés como funciona. Primero se le deja un sitio pero con la intención clara que vaya expandiéndose al resto de nuestra vida, como parte de ella, no como un accesorio que hoy lo cojo y mañana lo dejo. De esta manera, con seguridad, no va a funcionar con todo su potencial.

Hay que decir, que una vez se han perforado las primeras capas, la meditación, se vuelve mucho más fácil y la mente no opone tanta o casi ninguna resistencia.
Hubo un tiempo en el que ni sabíamos andar!!, pero como todo, es solo cuestión de práctica, y un día corres, saltas y bailas....

Medita, no te lo pierdas!!

Juan Ramos








viernes, 9 de febrero de 2018

La técnica Vipassana.

Podemos apreciar el arte del escultor cuando observamos sus obras, pero el arte no sale de la piedra, ni del cincel, ni de sus manos, ni de sus ojos. Todo es necesario pero no son la causa. El arte del escultor, surge de su interior, de lo mas profundo de él. Como dijo el artista renacentista Miguel Ángel, “La escultura ya estaba dentro del mármol, yo únicamente , eliminé lo que sobraba”.

Bien, pues la meditación, es la herramienta, el cincel, con el que practicante también elimina lo que sobra, pero en este caso en su mente.

La meditación es la herramienta innata del ser humano, el legítimo medio natural, a través del cual, su mente se libera de aquello que no le es propio, y que es la causa de la ilusión que lo subyuga.

Si bien los orígenes de la meditación según investigadores e historiadores, se remontan ha hace ya más de 5000 años en India, realmente, la meditación es algo tan propio del ser humano como el bostezar.

El nombre o la palabra en occidente y en casi todo el mundo que usamos desde la edad media para designar a la práctica que induce a la mente a un estado de claridad y comprensión más allá de uno mismo, es el de "meditación", y proviene del latín " meditatum".                                               Sin embargo, el significado de " meditatum" no es el más adecuado, pues su raíz deriva de un término que alude a valorar bien, a medir, a tomar medidas precisas, o considerar bien las situaciones. De ahí, que usemos la palabra y aconsejemos meditar a alguien que necesite considerar o valorar bien un asunto, "No te precipites y medita antes de hacer nada", por ejemplo.
En realidad la verdadera práctica de la meditación, no necesita en absoluto de la mente que valora, juzga, considera o precisa, todo lo contrario. La autentica meditación prescinde totalmente de esa mente.
La palabra occidental que mejor acuña el sentido de la práctica de la meditación es "contemplar". También proviene del latín "contemplari", y significa, "mirar atentamente un espacio sagrado", y esta si, define con más exactitud el sentido de la práctica.

Hay muchas técnicas de meditación. Algunas son muy antiguas y milenarias, y otras son mas contemporáneas.
En mi experiencia, es muy interesante probar varios métodos y técnicas de distintos maestros y escuelas, para después tener una mejor perspectiva de la práctica y de sus variantes, aun así,  yo aconsejo practicar, estudiar y beber de las fuentes más puras.

Todos conocemos o hemos visto alguna vez la estatua de Buda, generalmente representado en posición de meditación. Esto se debe tanto al Buda histórico como al conjunto de enseñanzas budistas, pues toda su filosofía giran alrededor de un núcleo práctico, que es la meditación.

Han habido muchos maestros antes de Buda, y después de Buda, que enseñaron el camino de la meditación. Pero son pocas las filosofías relacionadas con la meditación, que hayan tenido el impacto planetario, que ha tenido el Budismo por distintos motivos. 
Pese a que Buda enseñó solo un método de meditación, son innumerables las diferentes escuelas budistas y distintos métodos que han surgido en estos últimos 2500 años.
El método o técnica de meditación que practicó y enseñó el Buda histórico, se llama VIPASSANA.
Fue con la técnica Vipassana que Buda despertó, y mediante ese método muchísima gente a despertado a lo largo del tiempo, dejando a su paso un verdadero legado literario sobre la ciencia del Despertar.
Es un buen método, una técnica pura, totalmente viva y operativa en todo el mundo desde hace milenios.

Aquí os dejo un excelente vídeo de como aprender a meditar con esta técnica. Igualmente aunque es fácil y se puede practicar desde el primer momento hay muchos cursos y escuelas que ayudan enormemente a comprender la práctica y ha realizarla correctamente.

Medita! No te lo pierdas...

Juan Ramos.







lunes, 5 de febrero de 2018

La práctica del Dzogchen en la vida cotidiana.



Dzogchen es una antigua enseñanza espiritual y una practica de meditación desarrollada en el Tíbet dentro de la tradición budista tibetana. No pertenece a una escuela o sistema religioso. Más bien, es el conocimiento que maestros tibetanos han transmitido sin estar limitados por el sectarismo.
La palabra ‘ Dzogchen‘, que significa ” la perfección total”, en realidad se refiere a la verdadera naturaleza inherente de todos los seres, su estado primordial, que está libre de todas las limitaciones y condicionamientos. La transmisión del maestro de este estado de conocimiento se encuentra en el corazón mismo de las enseñanzas Dzogchen.”

Chögyal Namkhai Norbu Rinpoche

El tú auténtico.


Fantástico vídeo...



viernes, 2 de febrero de 2018

El tiempo no existe. Nunca lo ha hecho y nunca lo hará...


Magnífico vídeo en el que se explica por qué el tiempo es una invención humana y lo único que existe es el ahora. 
Lo he acompañado con una hermosa poesía de Pablo Neruda.


Este presente liso como una tabla,
fresco, esta hora, este día limpio como una copa nueva,
del pasado no hay una telaraña.
Tocamos con los dedos el presente,
cortamos su medida,
dirigimos su brote, está viviente, vivo,
nada tiene de ayer, del pasado perdido,
Es nuestra criatura, está creciendo
en este momento, está llevando
arena, está comiendo en nuestras manos,
cógelo, que no resbale,
que no se pierda en sueños ni palabras,
agárralo, sujétalo y ordénalo
hasta que te obedezca,
hazlo camino, campana, máquina, beso, libro, caricia, corta su deliciosa fragancia de madera y de ella hazte una silla, trenza su respaldo,
pruébala, o bien haz una escalera!

Si, escalera, sube en el presente,
peldaño tras peldaño,
firmes los pies en la madera del presente,
hacia arriba, hacia arriba, no muy alto,
tan sólo hasta que puedas reparar las goteras del techo,
no muy alto, no te vayas al cielo,
alcanza las manzanas, no las nubes,
ésas déjalas ir por el cielo, irse hacia el pasado.

Tú eres tu presente, tu manzana:
tómala de tu árbol, levántala en tu mano,
brilla como una estrella, tócala, híncale el diente 
y ándate silbando en el camino.
                                                  ( Pablo Neruda.)

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jueves, 1 de febrero de 2018

En el Ojo del Huracán


¿Quien no se ha visto alguna vez succionado por los poderosos vientos del destino?

La vida es poderosa y con sus prioridades no tiene espera. Lleva miles y miles de millones de años de evolución y a dejado claro que la única fuerza con la que se le puede presentar batalla es con el poder de la adaptación.

Es irónico, pero la frase de “plata o plomo” refiriéndose a una elección en la que hacemos lo que el "narco" quiere o morimos, es de risa si lo comparas cuando la vida y sus procesos son quienes nos hacen elegir entre “plata o plomo”.
La vida se ha visto en algunos fregaos de a “plata o plomo” que han costado 5 extinciones masivas al planeta. 
Te adaptas a los cambios o desapareces, así de simple.

Mirando al cielo nocturno parece que existiera una paz quieta ahí afuera, pero nada mas lejos de la realidad. El cosmos es un hervidero de actividad donde las fuerzas de la existencias son en plan súper, en plan maxi o en plan macro y todo lo gordo que se pueda decir y cualquier comparación con nuestros problemas es ridícula.

Creemos que los problemas son nuestros porque nos adueñamos de la historia del personaje, pero el personaje que encarnamos esta hecho de tiempo, de cosmos, de tierra, de agua, de aire y de fuego y el devenir de estos elementos no son nuestros dominios ni nuestra verdadera naturaleza por lo que están fuera de nuestro control.

El cosmos es vibración y por ser seres sintientes percibimos desde vibraciones muy sutiles hasta vibraciones de altísima intensidad.

Cuando nuestros personajes experimentan vibraciones de alta intensidad agradables dicen “ la vida es una pasada” y cuando experimentan vibraciones de alta intensidad desagradables dicen “ la vida es una mierda” pero la vida no es ni una pasada ni una mierda, la vida es lo que es, y lo que es, vibra y cambia.

Podemos creer lo que queramos pero no fluir con los procesos y cambios de la vida, por difíciles que estos sean, es ponérsela en contra y entonces es cuando sentimos su tremenda fuerza pero en forma de resistencia y sufrimiento.

Aunque es inevitable ser succionados por la vida y es inevitable oír en nuestra mente la voz de un personaje imaginario, si que hay algo que podemos evitar. 

Podemos aprender a corregir nuestra atención para evitar la fuerza de gravedad de los pensamientos negativos.
A través de la practica de la meditación podemos capacitarnos en manejar la atención y evitar que atendamos al personaje como identidad, impidiendo así, que este añada sufrimiento a la experiencia.

Los dominios del ser son la consciencia y la atención, nada más y nada menos.

La meditación pretende realizar que no somos el huracán de pensamientos y emociones asociadas al "Yo" sino que en realidad somos el ojo insustancial de la consciencia que observa al huracán.

Mientras nuestra atención se mantenga como el observador, por fuertes que sean los pensamientos los veremos como películas que podemos oír y sentir pero que no nos pueden afectar.

Es curioso que en el centro de los huracanes haya un espacio donde reina la calma, el cielo se ve claro, y los vientos son brisas ligeras, mientras que alrededor del ojo se dan los vientos más fuertes y violentos.

Y es más curioso todavía que lo llamen “El ojo del huracán”!!! 
Los huracanes pueden parecer algo muy destructivo, y lo son, pero solo en parte, pues en otra escala, ayudan a mantener el equilibrio de temperatura, humedad y nutrientes en diferentes e importantes sistemas globales, desplazando enormes cantidades de agua, calor y aire por todo el planeta.
Nuestros propios huracanes hacen y son lo mismo a otros niveles.
La vida es lo que es, un huracán de experiencias que fluyen sin cesar con un propósito mayor que nosotros mismos.

¡Medita, no te resistas!

Juan Ramos.

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