¿Quien no se ha visto alguna vez succionado por los poderosos vientos del destino?
La vida es poderosa y con sus prioridades no tiene espera. Lleva miles y miles de millones de años de evolución y a dejado claro que la única fuerza con la que se le puede presentar batalla es con el poder de la adaptación.
Es irónico, pero la frase de “plata o plomo” refiriéndose a una elección en la que hacemos lo que el "narco" quiere o morimos, es de risa si lo comparas cuando la vida y sus procesos son quienes nos hacen elegir entre “plata o plomo”.
La vida se ha visto en algunos fregaos de a “plata o plomo” que han costado 5 extinciones masivas al planeta.
Te adaptas a los cambios o desapareces, así de simple.
Mirando al cielo nocturno parece que existiera una paz quieta ahí afuera, pero nada mas lejos de la realidad. El cosmos es un hervidero de actividad donde las fuerzas de la existencias son en plan súper, en plan maxi o en plan macro y todo lo gordo que se pueda decir y cualquier comparación con nuestros problemas es ridícula.
Creemos que los problemas son nuestros porque nos adueñamos de la historia del personaje, pero el personaje que encarnamos esta hecho de tiempo, de cosmos, de tierra, de agua, de aire y de fuego y el devenir de estos elementos no son nuestros dominios ni nuestra verdadera naturaleza por lo que están fuera de nuestro control.
El cosmos es vibración y por ser seres sintientes percibimos desde vibraciones muy sutiles hasta vibraciones de altísima intensidad.
Cuando nuestros personajes experimentan vibraciones de alta intensidad agradables dicen “ la vida es una pasada” y cuando experimentan vibraciones de alta intensidad desagradables dicen “ la vida es una mierda” pero la vida no es ni una pasada ni una mierda, la vida es lo que es, y lo que es, vibra y cambia.
Mirando al cielo nocturno parece que existiera una paz quieta ahí afuera, pero nada mas lejos de la realidad. El cosmos es un hervidero de actividad donde las fuerzas de la existencias son en plan súper, en plan maxi o en plan macro y todo lo gordo que se pueda decir y cualquier comparación con nuestros problemas es ridícula.
Creemos que los problemas son nuestros porque nos adueñamos de la historia del personaje, pero el personaje que encarnamos esta hecho de tiempo, de cosmos, de tierra, de agua, de aire y de fuego y el devenir de estos elementos no son nuestros dominios ni nuestra verdadera naturaleza por lo que están fuera de nuestro control.
El cosmos es vibración y por ser seres sintientes percibimos desde vibraciones muy sutiles hasta vibraciones de altísima intensidad.
Cuando nuestros personajes experimentan vibraciones de alta intensidad agradables dicen “ la vida es una pasada” y cuando experimentan vibraciones de alta intensidad desagradables dicen “ la vida es una mierda” pero la vida no es ni una pasada ni una mierda, la vida es lo que es, y lo que es, vibra y cambia.
Podemos creer lo que queramos pero no fluir con los procesos y cambios de la vida, por difíciles que estos sean, es ponérsela en contra y entonces es cuando sentimos su tremenda fuerza pero en forma de resistencia y sufrimiento.
Aunque es inevitable ser succionados por la vida y es inevitable oír en nuestra mente la voz de un personaje imaginario, si que hay algo que podemos evitar.
Podemos aprender a corregir nuestra atención para evitar la fuerza de gravedad de los pensamientos negativos.
A través de la practica de la meditación podemos capacitarnos en manejar la atención y evitar que atendamos al personaje como identidad, impidiendo así, que este añada sufrimiento a la experiencia.
Los dominios del ser son la consciencia y la atención, nada más y nada menos.
Los dominios del ser son la consciencia y la atención, nada más y nada menos.
La meditación pretende realizar que no somos el huracán de pensamientos y emociones asociadas al "Yo" sino que en realidad somos el ojo insustancial de la consciencia que observa al huracán.
Mientras nuestra atención se mantenga como el observador, por fuertes que sean los pensamientos los veremos como películas que podemos oír y sentir pero que no nos pueden afectar.
Es curioso que en el centro de los huracanes haya un espacio donde reina la calma, el cielo se ve claro, y los vientos son brisas ligeras, mientras que alrededor del ojo se dan los vientos más fuertes y violentos.
Mientras nuestra atención se mantenga como el observador, por fuertes que sean los pensamientos los veremos como películas que podemos oír y sentir pero que no nos pueden afectar.
Es curioso que en el centro de los huracanes haya un espacio donde reina la calma, el cielo se ve claro, y los vientos son brisas ligeras, mientras que alrededor del ojo se dan los vientos más fuertes y violentos.
Y es más curioso todavía que lo llamen “El ojo del huracán”!!!
Los huracanes pueden parecer algo muy destructivo, y lo son, pero solo en parte, pues en otra escala, ayudan a mantener el equilibrio de temperatura, humedad y nutrientes en diferentes e importantes sistemas globales, desplazando enormes cantidades de agua, calor y aire por todo el planeta.
La vida es lo que es, un huracán de experiencias que fluyen sin cesar con un propósito mayor que nosotros mismos.
¡Medita, no te resistas!
Juan Ramos.
Juan Ramos.
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Ya recogí mí suscripcion , dale gracias al quiosquero¡
ResponderEliminarMagnífico! Gracias.
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