Este si que es un buen tema!!!
Toda persona que se haya sentado a meditar alguna vez, lo primero que percibe es que no puede dejar de pensar a voluntad, es mas, en cuanto decides atender otra cosa que no sean los pensamientos estos toman más inercia si cabe.
Jajajaja os propongo un ejercicio. Coged un papel y bolígrafo y durante 10 minutos no debéis escribid nada. Pero si pensáis algo debéis ser fiel y escribir literalmente cada uno de los pensamientos que os vengan,, absolutamente todo, tal cual aparece. Lo transcribes y después debéis colgarlo en vuestra pagina de FaceBook!!,jajajajja ni de coña verdad??!!
Es una forma muy divertida en la que cualquiera puede comprobar por si mismo el descontrol y locura que guardamos en la mente. Además, basta que no quieras pensar en algo muy personal, ya que sino deberías escribirlo, que los pensamientos se comportarán como locos, como si no tuvieran orden ni dueño. Solo vasta con decirte que no pienses en un elefante rosa, para que lo hagas sin remedio, verdad?
Os preguntáis por que?
Pues porque NO SOMOS LOS DUEÑOS DEL PENSAMIENTO.
Nadie puede parar los pensamientos, ni dejar la mente en blanco, por que nadie es dueño del pensamiento como nadie es dueño de la respiración. Si dejas de respirar te mueres y si dejas de pensar es porque ya estas muerto.
El pensamiento, para simplificar, es un continuo de información muy sutil que percibimos en nuestra consciencia. Ellos son motivados por las sensaciones que nos produce el contacto de la mente con la experiencia del momento. Si sentimos tensión,cansancio, dolor, alegría o emoción el “YO” recurre a la memoria para reconocerlo y darle algún sentido relacionándolo con experiencias pasadas, Esto da lugar a un torrente variado y disperso de pensamientos.
Hay una máxima muy importante que conocer; “
Los pensamientos que no pueden ser aplicados y ejecutados en el momento presente, realmente son innecesarios. Son juicios, interpretaciones del pasado o deseos sobre el futuro”, sino fíjate!
En definitiva, en meditación, no hacemos nada contra los pensamientos, simplemente se les retira aquello que les da existencia, que es nuestra atención.
Si les quitas la atención dejas de dar de comer a los pensamientos. La atención es el alimento, es el pienso del “ yo pienso”. La atención otorga realidad aquello en lo que se posa.
No puedes dejar de sentir el contacto con la vida, como tampoco puedes eliminar de tu memoria tus traumas o experiencias ya vividas, lo único que puedes hacer es no darles tu atención y nada más.
En meditación no se hace fuerza por no pensar o acabaremos más desanimados que cuando empezamos. En meditación el esfuerzo esta en mantener la atención en el objeto de meditación que elijamos antes de sentarnos, no en cortar el flujo de pensamientos.
Durante 16 horas al día tenemos miles y miles de pensamientos conscientes, inconscientes e incontrolados, así que pretender sentarse unos minutos y esperar que el pensamiento pare es muy pero que muy improbable.
Meditar no es corregir los pensamientos,meditar es corregir la atención una y otra vez. Solo observarlos, dejándolos venir e irse en paz. Si durante toda nuestra vida hemos dejado al pensamiento campar a sus anchas, ahora en 15 o 20 minutos de meditación y unas cuantas sesiones no vamos cambiarlos de golpe, ni mucho menos.
Nadie se pone a hacer deporte después de años de sedentarismo y no tiene agujetas, como tampoco nadie se pone a meditar después de años identificándose con el pensamiento y no tiene “agujetas mentales”. Si uno hace deporte habitualmente las agujetas duran un poco y desaparecen. De la misma manera, si se medita habitualmente, también van desapareciendo esas “agujetas.”
Los pensamiento van y vienen, esa es su naturaleza, pero si los atiendes, vas y vienes con ellos y si te despistas ahí te quedas. Dejar de dar atención a los pensamientos es el principio de la practica, cuesta un poco, pero al final con perseverancia la mente se rinde y aunque haya flujo de pensamientos tu atención se vuelve firme como una montaña y no pierde el objeto de meditación ni se deja secuestrar por ellos.
No te busques en los pensamientos, los pensamientos saben de ti lo mismo que si te haces una foto y le preguntas a la foto quién eres.
Tu eres tu atención , si si tu atención!!!, ese es tu núcleo, tu centro y tu esencia, llámalo Dios, Buda o Brahma da igual como quieras llamarlo, pero tu atención es tu verdad verdadera.
No te lo puedes perder, esta vida es un suspiro...
Juan Ramos.