Gracias a ellas surgen casi todos los posts y son fuente de inspiración y alegría.
Bien, una vez hemos empezado a sentarnos a meditar, el siguiente paso y uno del los más importantes es el de darle continuidad a la práctica.
Hacer de la meditación un hábito es uno de los puntos más importantes, ya que es una técnica a largo plazo que necesita tiempo de práctica continuada para que puedan manifestarse sus efectos o ser conscientes de ellos.
La práctica de la meditación se puede dividir en tres partes;
1- Pre-meditación. El momento previo antes de sentarse.
2- Meditación. La meditación en si misma.
3- Pos-meditación. El momento final de la practica.
Cuidar y entender bien estas partes es fundamental para dar continuidad a nuestra meditación.
El momento de pre-meditación es especialmente sensible, pues si fracasamos aquí se acabo todo.
Es bueno fijarse un tiempo y momento determinado para sentarse, (cada uno debe encontrar el que le sea más propicio). Hay que darse cuenta, ya que es vital, que en los minutos previos a la hora de sentarnos, es donde realmente se va a decidir el partido, pues son en esos momentos, donde el EGO tiene más poder y sugerirá razones para no hacerlo. Dirá cosas como, "hoy no que estoy cansado/a", "hoy no, que no tengo ganas", "hoy no, que no lo necesito", "hoy no pero mañana si", etc, etc, etc.
Es bueno fijarse un tiempo y momento determinado para sentarse, (cada uno debe encontrar el que le sea más propicio). Hay que darse cuenta, ya que es vital, que en los minutos previos a la hora de sentarnos, es donde realmente se va a decidir el partido, pues son en esos momentos, donde el EGO tiene más poder y sugerirá razones para no hacerlo. Dirá cosas como, "hoy no que estoy cansado/a", "hoy no, que no tengo ganas", "hoy no, que no lo necesito", "hoy no pero mañana si", etc, etc, etc.
Reconocer y no autoengañarse que es el ego únicamente quien expresa tales cosas, es como digo, esencial para la meditación.
Si cedemos en ese momento, fin de la historia. Es por eso, que es necesario tener en cuenta que la meditación comienza antes de sentarse y que es primordial superar a nuestra propia voz sugiriéndonos abandonar. Es justo en ese momento donde la batalla entre la consciencia y el ego es más evidente.
Esta batalla no os la podéis perder!!, el peso que tiene en el desarrollo y comprensión de la meditación es inmenso.
En meditación el trabajo o el énfasis se pone en observarnos a nosotros mismos en silencio, pero la batalla campal entre el ego y la consciencia se da durante todo el día.
Si cedemos en ese momento, fin de la historia. Es por eso, que es necesario tener en cuenta que la meditación comienza antes de sentarse y que es primordial superar a nuestra propia voz sugiriéndonos abandonar. Es justo en ese momento donde la batalla entre la consciencia y el ego es más evidente.
Esta batalla no os la podéis perder!!, el peso que tiene en el desarrollo y comprensión de la meditación es inmenso.
En meditación el trabajo o el énfasis se pone en observarnos a nosotros mismos en silencio, pero la batalla campal entre el ego y la consciencia se da durante todo el día.
Doblegar al Ego y hacer que pierda la partida en el juego de sentarse a meditar o no, como he dicho antes, tiene un sentido muy profundo y es imprescindible.
Esa batalla simplemente, NO OS LA PODÉIS PERDER!!
Así que deseo que seáis firmes y poderosos/as, pues la realización no es para quien ha vencido mil batallas sino para quien se ha vencido a si mismo.
No creamos que llegaremos muy lejos si no superamos ese escollo, pues mientras ya metidos en la meditación propiamente dicha, con un cierto numero de sesiones puede haber avances muy importantes en relación a la concentración, agitación, etc, la batalla más burda que se produce en los momentos previos entre el ego y la consciencia, puede permanecer por mucho más tiempo, y hablo de años.
De la misma manera que corregimos la atención en meditación cuando esta se ve arrastrada por los pensamientos, en el momento de pre-meditación cuando surgen los pensamientos que sugieren no sentarse, sencillamente hacemos lo mismo y les apartamos la atención. Es por eso, que el momento previo a sentarse, ya es practica de meditación. Es muy simple decirlo, pero el momento de pre-meditación es una piedra en el camino, un momento delicado que requiere de una fuerte convicción.
Una vez superado este momento de pre-meditación, todo es mucho más sencillo.
Ya sentados, la mente se relajara y aceptara que tiene unos minutos por delante un tanto raros, pero esto se debe ha que generalmente campa a sus anchas y mantenerse quieta, sin sus historias, le es extraño. Con el tiempo se va adaptando y llega un punto en el que incluso colabora.
Cada persona practicará su técnica durante los minutos que haya acordado, y una vez acabada la sesión, para finalizar, se hace el último ejercicio que es "Expandir la buena voluntad".
Expandir la buena voluntad es la tercera y ultima parte de la meditación. Puede parecer algo extraño promover intencionadamente la bondad y la generosidad hacia todos los seres, pero realmente encierra un poder enorme.
La Naturaleza, en si misma, no guarda ni una pizca de egoísmo, es más, su esencia fundamental es el amor y bondad pura, es el bien mismo. Por lo que anhelar la plenitud de nuestra naturaleza esencial, pasa por el "corazón" inevitablemente.
La mayor de las virtudes trascendentales es la GENEROSIDAD pues la generosidad surge de la bondad y la bondad surge de hacer el bien por el BIEN.
Esto, en la práctica, se traduce que al final de la sesión y en una calma sentida, se mantenga por un momento en la mente el pensamiento-sentimiento, que los méritos logrados en la práctica sean para beneficiar a todos lo seres, para ayudarles a ser felices y para que cese el sufrimiento.
No subestimemos esta parte de pos-meditación, pues no perforaremos capas muy importantes de la mente relacionadas con el amor y la compasión, ni sanearemos nuestras propias relaciones sin haber disuelto nuestro propio egoísmo.
No hace falta que nadie nos diga lo complicado que a veces son las circunstancias. Tener mente es vivir, disfrutar y sufrir sus efectos.
No todos los días son plenitud, ni todos los días son gratitud también hay días de mierda con los que hay que lidiar.
En mi experiencia, es mejor entrenarse cada día en aceptar que cada presente es único y nuevo que aferrarse a falsas creencias consoladoras.
No existen dos momentos idénticos.
Vivamos con intensidad y aceptación.
Amemos con fuerza.
Seamos plenos.
Medita, no te lo pierdas.
Así que deseo que seáis firmes y poderosos/as, pues la realización no es para quien ha vencido mil batallas sino para quien se ha vencido a si mismo.
No creamos que llegaremos muy lejos si no superamos ese escollo, pues mientras ya metidos en la meditación propiamente dicha, con un cierto numero de sesiones puede haber avances muy importantes en relación a la concentración, agitación, etc, la batalla más burda que se produce en los momentos previos entre el ego y la consciencia, puede permanecer por mucho más tiempo, y hablo de años.
De la misma manera que corregimos la atención en meditación cuando esta se ve arrastrada por los pensamientos, en el momento de pre-meditación cuando surgen los pensamientos que sugieren no sentarse, sencillamente hacemos lo mismo y les apartamos la atención. Es por eso, que el momento previo a sentarse, ya es practica de meditación. Es muy simple decirlo, pero el momento de pre-meditación es una piedra en el camino, un momento delicado que requiere de una fuerte convicción.
Una vez superado este momento de pre-meditación, todo es mucho más sencillo.
Ya sentados, la mente se relajara y aceptara que tiene unos minutos por delante un tanto raros, pero esto se debe ha que generalmente campa a sus anchas y mantenerse quieta, sin sus historias, le es extraño. Con el tiempo se va adaptando y llega un punto en el que incluso colabora.
Cada persona practicará su técnica durante los minutos que haya acordado, y una vez acabada la sesión, para finalizar, se hace el último ejercicio que es "Expandir la buena voluntad".
Expandir la buena voluntad es la tercera y ultima parte de la meditación. Puede parecer algo extraño promover intencionadamente la bondad y la generosidad hacia todos los seres, pero realmente encierra un poder enorme.
La Naturaleza, en si misma, no guarda ni una pizca de egoísmo, es más, su esencia fundamental es el amor y bondad pura, es el bien mismo. Por lo que anhelar la plenitud de nuestra naturaleza esencial, pasa por el "corazón" inevitablemente.
La mayor de las virtudes trascendentales es la GENEROSIDAD pues la generosidad surge de la bondad y la bondad surge de hacer el bien por el BIEN.
Esto, en la práctica, se traduce que al final de la sesión y en una calma sentida, se mantenga por un momento en la mente el pensamiento-sentimiento, que los méritos logrados en la práctica sean para beneficiar a todos lo seres, para ayudarles a ser felices y para que cese el sufrimiento.
No subestimemos esta parte de pos-meditación, pues no perforaremos capas muy importantes de la mente relacionadas con el amor y la compasión, ni sanearemos nuestras propias relaciones sin haber disuelto nuestro propio egoísmo.
No hace falta que nadie nos diga lo complicado que a veces son las circunstancias. Tener mente es vivir, disfrutar y sufrir sus efectos.
No todos los días son plenitud, ni todos los días son gratitud también hay días de mierda con los que hay que lidiar.
En mi experiencia, es mejor entrenarse cada día en aceptar que cada presente es único y nuevo que aferrarse a falsas creencias consoladoras.
Todo es tan efímero y pasa tan deprisa, que aunque lo desees, no te puedes detener en ningún momento que no sea el ahora.
No existen dos momentos idénticos.
Vivamos con intensidad y aceptación.
Amemos con fuerza.
Seamos plenos.
Medita, no te lo pierdas.
Juan Ramos.